Hoy se estrena una película en nuestro país que probablemente se
configure como un hito del cine social en España. Techo y comida ¿Y a ti quién
te rescata? narra la historia de Rocío, una madre soltera con pocos medios
económicos que trata de sacar adelante su hogar con un hijo de 8 años, y con el
fantasma de los desahucios acechándole. En la trama quedan retratados de una forma muy veraz el contexto social en
el que se desenvuelven estas historias: un barrio obrero, la vecina que se mete
en su vida para “cotillear”, otra vecina que le ayuda en todo lo que puede, o
la hipocresía de nuestra sociedad que está más atenta a distracciones banales
que a las situaciones dramáticas que suceden en nuestro entorno. Es destacable el
papel de la madre que intenta fingir una situación de normalidad por vergüenza
ante los demás que empeora de sobremanera su propia situación, con una absoluta
falta de recursos con los que salir de esta vorágine.
La ubicación
espacial y temporal del film (Jerez de la frontera, 2012) nos hace adentrarnos
aún más si cabe en este drama, en un año que batió records en lo que ha
desahucios se refiere. El tema esta tratado de tal manera que nos hace involucrarnos
totalmente en la historia, absorbiéndonos en la espiral de desesperación que
vive la protagonista en primera persona con la certeza de que es real y se
sigue produciendo en la actualidad.
Si bien es
verdad que los desahucios ya no tienen la vigencia informativa de antaño, no se
puede negar que sigue siendo una terrible privación de derechos que sufren hoy
día muchas familias. El trabajo social, y especialmente en el peritaje dentro
de los juicios, debe hacer prevalecer su postura por una defensa rotunda de la
vivienda como espacio social indispensable. El hecho de que haya personas que
no pueden permitirse un techo donde alojarse supone un fracaso de nuestra
sociedad, y en parte de nuestra labor como profesionales, ya que si bien hemos
conseguido otro tipo de avances en numerosos ámbitos, resultan inaceptables el
numero de desahucios vividos en esta última década de crisis, y el papel poco
garantista de nuestra profesión en los mismos.
No deja de
sorprender el hecho que hasta ahora no haya existido un referente cinematográfico
para este fenómeno, pero las causas son evidentes. Es un tema que no interesa
mostrar a los políticos, motivo por el cual no ha contado con ningún tipo de ayuda pública para llevarla a cabo. El director contaba muy emocionado
en una rueda de prensa como se ha rodado gracias a micromecenazgos y
aportaciones privadas, lo que realza aún más si cabe el valor de su
realización. Sin haberse estrenado ya ha sido premiada por el público y por la
magistral interpretación de la protagonista en numerosos certámenes. Son
necesarias más películas de este tipo para llegar a una parte de la sociedad
que no ha conocido de cerca este tipo de situaciones.
No está en todos los cines, podéis consultar en página oficial donde verla, y os
recomiendo hacerlo pronto y recomendarla, ya que al no contar con recursos
económicos para promocionarla puede que se retire de algunas salas. Os aseguro
que vale la pena verla por su extraordinaria calidad y poder de concienciación
sin haber caído en el morbo.
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