Esta semana tuve la oportunidad de
asistir en Sevilla a un curso sobre violencia filio parental organizado por la
asociación Ariadna. En él tuve la suerte de conocer muy buenos profesionales
que abordaron este tema desde diferentes perspectivas, algunas innovadoras y
muy interesantes. Escuchando a alguno de
ellos os puedo decir que literalmente se me puso la piel de gallina por el
grado de compromiso con el que hablaban de su trabajo. Os contaré el porqué.
En esos momentos recordé cuando
trabajaba en los Asperones (una barriada marginal de Málaga) con 20 años y terminé de descubrir a lo que me quería
dedicar: al trabajo con menores, especialmente aquellos en riesgo de exclusión.
Yo que hasta entonces era algo cortado para ciertas cosas me sentí totalmente realizado
organizando los talleres y juegos viendo sus respuestas de afecto y alegría. Lo
que había sido una visita de un día a aquel colegio se convirtieron felizmente al
año siguiente en mis prácticas durante un curso escolar completo en dicho
colegio en las que pude dedicarme con toda entrega a trabajar con esos
chavales.
Lo que más recuerdo de aquello son las ganas e ilusión que tenía cada día al
despertarme a las 7 de la mañana para ir allí. Disfrutaba haciendo
talleres, jugando en el recreo, organizando las fiestas y cualquier cosa que me
ponían sobre la mesa. La conexión con el alumnado fue total y aun habiendo
pasado años de aquella experiencia cada vez que visito el colegio los niños
siempre me reciben con un abrazo. Guardo un montón de anécdotas como cuando
lleve un niño a medicarse a su casa y su padre me dijo que había gastado el
dalsy en dárselo a los gallos.
Había
descubierto mi vocación. Ya lo intuía con 15 años cuando escuchaba las
canciones de rap de Haze en las que contaba las historias de chavales de
barriadas marginales, y siempre me daban ganas de poder ayudarlos. Me estaba
integrando en esas realidades que yo llamo paralelas (por ser muy cercanas pero
bastante desconocidas si no estás dentro de ellas) y me veía que estaba empezando a hacer realidad aquel
sueño de dar respuesta a jóvenes que se encuentran perdidos en un momento de su
vida.
La suerte de darme cuenta de forma
temprana de que es lo que me daba vida, y cómo aprovechar mis valores a la hora
de trabajar hizo que tuviera muy claro a que me iba a dedicar. Desde entonces
no he perdido el tiempo. Después de estudiar trabajo social, el máster de
menores y familias y otras formaciones sobre el tema y trabajar en centros de
menores con problemas de conducta, sigo luchando por trabajar con estos
colectivos. Compartir mi entusiasmo con
ellos, y recibir su inmensa gratitud es más que suficiente para dedicarles una
parte de mi vida. Puedo aseguraros que es una de las decisiones vitales que
más alegrías y satisfacciones me ha reportado.
En esta visita tuve la suerte de conocer
y tomar una comida con la compañera emprendedora de trabajo social Rocío
Cáceres de centro ATRADE con la que pude charlar sobre lo complejo que es asentarse
laboralmente en el mundo de lo social, y como hacerse un hueco a través del
emprendimiento. También compartí un momento con la organizadora del evento
Cosette Franco que se dedica a trabajar con este colectivo y con la que comparto
gran parte de los valores que impartió en este curso. Su forma de trabajar es
merecedora de ser conocida en profundidad.
![]() |
Foto con Rocío Cáceres |
El hecho de conocer en esta formación
personas con las que comparto valores y experiencias reforzó de sobremanera todo esto, y me da más fuerzas para seguir
luchando preparándome para trabajar de lo que más me llena y motiva, nada menos
que mi vocación: El trabajo con la infancia y la adolescencia
(30/09/2016) P.D: Aquel sueño se hizo realidad. Ya puedes conocer mi proyecto de emprendimiento social en www.jabegasocial.com
(30/09/2016) P.D: Aquel sueño se hizo realidad. Ya puedes conocer mi proyecto de emprendimiento social en www.jabegasocial.com
Ánimo Javi!. La gente con la que nos rodeamos puede aumentar o disminuir nuestros valores. Esto nos ayudará a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos o en la peor. Llegamos a ser dependiendo de como sean nuestros amigos o alrededores. Ningún hombre se hace grande por sí solo, ninguna mujer se hace grande por sí sola. Es la gente que les rodea quien los hace grandes. Todos necesitamos personas en nuestra vida que aumenten nuestros valores, que nos recuerden nuestro especial propósito, y nos desafíen a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Yo estoy seguro que cumplirás tu sueño y lograrás todo lo que desees en esta vida que se haga realidad ;)
ResponderEliminarHola Javi!
ResponderEliminarAprovecho la oportunidad para saludarte desde estas líneas y darte mi enhorabuena por dedicarte a tu vocación, a pesar de tu juventud. Entiendo que es un gran avance en tu caminar porque de esa forma estarás conectado a la fuente que te nutrirá mientras avanzas sabiamente. Gracias, en nombre de la humanidad, por llevar un poquito de luz a rincones oscuros e inhóspitos.
hola javier espero te encuentres bien me alegra saber que desde siempre tuviste claro tu vocacion y trabajar con lo que mas te gusta hacer bye cuidate sigue adelante saludos cordiales desde Lima Peru
ResponderEliminar